Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho
Oscar Wilde
Era un ser que elegía. Entre las mil cosas que podía haber sido, había ido escogiéndose
C.L
El Él-ella ya estaba presente en lo alto de la montaña, y ella estaba personificada en él y él estaba personificado en ella. La mezcla andrógina daba lugar a un ser tan terriblemente hermoso, tan horrorosamente estupefaciente, que los participantes no podrían mirarlo de golpe: como una persona que poco a poco se habitúa a la oscuridad y poco a poco empieza a ver. Poco a poco veían al Ella-él y, cuando el Él-ella se mostraba con una claridad emanada del Ella-él, ellos, paralizados por lo que es Bello, dirían: "Ah, Ah". Era una exclamación que estaba permitida en el silencio de la noche.
Miraban la temible belleza y su peligro. Pero habían venido precisamente a sufrir ese peligro.
C.L
Mas adelante…
Lo arriesgaban todo, porque algún día morirían fatalmente, tal vez en dos meses, tal vez en siete años: esto era lo que el Él-ella pensaba dentro de ellos. ¿Dónde estuviste de noche? Dónde estuviste de noche, ya el resto no importa… Él-ella, Ella-él, siete años, morir en siete años, el cuento de Lispector es justo para él, para ella-él que están a punto de morir, morirán sí, en las últimas páginas de este portafolio, no sabemos si hoy o mañana, o quizás en veinte años, estarán muriendo en ese renacer constante, fiesta de fin de año infinita, amanecer en espiral, un par de máscaras que a Elkin ya no le pertenecen, pero que fueron su todo creativo. Sí, estoy escribiendo el prólogo de este portafolio que reúne en cinco capítulos el paso de Elkin Arias por el programa de Gestión de la moda en el LCI Bogotá. Una última fiesta para despedirnos ella, de él, de él-ella y todo lo que fueron.
¿Qué significa estar en reconstrucción? Un mundo interior que se quiebra, un exceso que empalaga, una rebeldía drag-rock ya roída, un renacer que ya había sucedido pero todo, todos esos siete años, gritaron con rudeza lo contrario y están latentes en estas páginas.
No nos abandones, Arbe le susurra al oído. Eres nadie sin nosotros, le dice Valeria.
Pero Elkin ya bien lo sabe: él es, y eso es lo que importa.
Para, para, para… vamos de vuelta, empecemos de nuevo:
Estas a punto de vivir la mejor fiesta de tu vida, piénsalo: tú, yo, Valeria, Arbe. Es decir, Elkin, tú, el libro y yo (Arbe-Valeria), Miami, 31 de diciembre for ever…una mansión exclusiva en Palm Beach y mucha, mucha champaña. A las 20:00 déjate seducir por lo más pulcro de la Comunicación de Moda es decir la moda, es decir la moda misma: una fantasía hermosa. A las 00:00 champaña viendo la transformación de María de vendedora de tintos a femme fatale en la Editorial de Moda inspirada en uno de los personajes de Satanas escrito por Mario Mendoza. A las 02:00 a.m. tú, mariposa social, saldrás a volar, porque sabes que la gestión, la organización y el Mercadeo es lo más importante. 03:13 excitación y misterio en el ambiente por el Proyecto de Grado que empieza a palpitarse en vida para dejarnos seducir Cipriana Lifestyle por la productora de contenido inspirada en la diosa Venus. Y claro, todo este exceso de porno chic, Versace y Sant Lauren, no podría quedarse sin el dramatismo dorado del bajón a las 5:55 lleno de Creatividad.
(No te asustes con
las hojas
en
blanco)
Al final, todo es un juego de seducción: tú, yo, él, él-ella sus alteregos que lo acompañaron durante su proceso de formación. Ellos, él-ella, ella-él, tan perfectos y con perfume, y vistiendo siempre Dolce and Gabbana, excesos que empalagan creativamente el mundo hasta el punto de querer matarlos. Pero aun nos falta dar un último suspiro por las bendiciones venideras que sobre Elkin caen porque él nos dice con calma y mucho estilo: yo he elegido.
Prólogo realizado para el portafolio de grado de Elkin Arias
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