lunes, 18 de noviembre de 2024

Estar ahí, sin embargo


Él buscaba y no veía, ella ni veía que él ni había visto, ella que estaba allí, sin embargo

C.L

La sed es la gracia, pero las aguas son de una belleza oscura

C.L

¡Las rosas se deshacen si se las aprieta con fuerza!

También de Clarice Lispector



Estar ahí, sin embargo

Al inicio todo fue confusión. Ideas nubes, conceptos por repensar, rosas marchitas y claro, mucho, pero mucho Lispector. Gabriela llegaba siempre temprano a clase de siete. Siempre impecable. Siempre perfecta, per-fec-ta. Ni un pelo salido (Gabriela odiará la palabra pelo en su portafolio). Ni una ceja mal puesta. Boquita color nude y la per-fec-ción entre las manos, esa que Gabriela muy bien sabe trenzar. Sin embargo, el amor querida mía, el amor es esa danza irregular que nos tira al piso de golpe, amor amor oscuro y delicioso, amor amor sublime y caprichoso. Sublime luz, sublime sombra. Sí, estoy escribiendo el prólogo de este portafolio que reúne en cinco capítulos el paso de Gabriela Sofía por el programa de Gestión de la moda en el LCI Bogotá mientras el león duerme entre unas piernas cruzadas.


Aguas oscuras

¿Qué es esto? ¿Una revelación, un misterio, la sublimidad hecha materia? Intento de it diría Lispector; una tusa diría Gabriela. Sí, dilo, escríbelo, me dijo con seguridad mientras el león dormía. Porque aunque nadie lo sabe, este portafolio encontró su it después de experimentar un corazón roto, ese mismo corazón perfecto que conoció sus aguas negras, bebió de su sombra y gestó luz hermosa luego de tanta frustración. Prepárate para ver telas escritas cosidas a máquina, tachadas a máquina; sobres que esconden textos y verdades, frases en letras blancas que emergen en aquellos momentos de lucidez. Dolor amor, amor amor, dolor rojo que corta, que corre, que limpia y despierta.


Apretar con fuerza

Es curioso que aquella sombra que inspira el presente portafolio se haya manifestado dos cuatrimestres antes. Con tan sólo ver las páginas del segundo capítulo podrás comprenderlo. No, no es solo la historia de una mujer empoderada en la década de 1960. No es solo el conjunto de marcas colombianas: Carlo Carrizoza, A modo mio, Oculta atelier, Eterea. Sexy, picante, femenino entre esa oscuridad sublime que  también habita la perfección. Lo sublime es el brillo oscuro de la imagen, lo sublime es la carta que otro le escribe, lo sublime es la sed, la mano que aprieta una rosa roja, lo sublime es una historia de desamor, un llanto, un grito, un baile oscuro, una perfección quebrada, un amor que regresa, una noche en Nueva York de llanto y calor. Calor calor y mucho amor amor.


Prólogo realizado para el portafolio de grado de Gabriela Sofia



miércoles, 6 de diciembre de 2023

HORTELANA

Escribí buscando con mucha atención lo que se estaba organizando en mí y que con sólo después de la paciente quinta copia empecé a entender.  

C.L.


En el vuelo se explicó su brazo torpe: era un ala. Y su ojo un poco estúpido, aquella mirada estúpida era buena para la vastedad. Andaba mal, pero volaba. Volaba tan bien que hasta arriesgaba la vida, lo que era un lujo.

C.L.


El silencio del libro, te iba seduciendo por entero. Su contenido no era lo importante, pues su lectura tenía lugar en una época en la que todavía te inventabas historias en la cama.

Walter Benjamin, Ampliaciones, Niño lector.  


En este mismo instante tanto Sofía como yo estamos en las alturas del paraíso, ambas en casas de madera realizadas por pálpitos incontrolables, ambas respirando celeste profundo, ambas escuchando el leve sonido de las hojas, orquesta matutina que nos alimenta y claro, también escuchando uno que otro copetón cantándole al cielo. Esto es un prólogo para hablar del magnífico portafolio que tienes en tus manos, claro que voy a nombrarte capítulo a capítulo lo que vendrá en las páginas siguientes, pero no puedo mentirle, mentirme, no puedo dejar de decirlo porque realmente es lo que más importa: Sofía sobrepasa todos los límites de mi propia escritura. Sofía disfruta escribir. Sofía es buena investigando, o mejor: Sofía es una de las mejores investigando. Perdón. Me corrijo. Sofía fue la mejor investigadora que conocí durante estos nueve años de docencia en el LCI Bogotá donde jugamos a desvestir las palabras. Punto. 


Sofia escribe desde tercero de primaria y Marcela Montenegro también vio su potencial. 

Sofia tiene alas y muchas veces lo olvida. 

Sofia aun no sabe que puede volar.







“Háganlo lo más personal posible” les dijo Mario Saenz con el estilo rebelde que lo caracteriza y Sofía mientras pensaba en la posibles investigaciones, ir de las etapas del silencio o hacer una crítica a la inteligencia artificial, comprendió que su paraíso es lo mejor de sí. Es por ello que, aunque no veas su casa de madera con techos altos y ventanales gigantescos diseñada por sus padres, la sentirás en las páginas que vienen. Polo a tierra no solo expone en cinco capítulos el paso de Sofía Sanchez por el programa de Gestión de la Moda, también expone su capacidad organizativa, su pulida pulcritud y su cabeza pensante. Observaras entonces en el primer capítulo donde la Leña es la encargada de encender los pálpitos de todo corazón, es la sección de comunicación, un espacio de suma importancia donde podrás observar las habilidades académicas y creativas de nuestra autora. Néctar en cambio, nos mostrará la actitud un poco mas desfachatada de Sofía, una editorial de moda jugada donde se entrecruza una mirada libre y potente. Para la sección de mercadeo fueron los cultivos entre su orden y su trabajo los que inspiraron la diagramación de Huerta y es ese esfuerzo casi imperceptible lo que hace que podamos entrever las asociaciones entre la tarea rigurosa del análisis de mercado y resolución de problemáticas con los ejercicios de la siembra: práctica completamente humana. Para el cuarto capítulo, Cabaña, Sofia nos mostrará su proyecto de grado, Estudio Fachie, que se consolida como una propuesta de un centro experiencial para vivir la cultura de cundinamarca: prácticas artesanales como la cesteria, la marroquineria, la orfebreria y la talla en madera se combinan con talleres culinarios y catas donde las personas puedan aprender sobre comidas ancestrales. Espectáculos de entretenimiento que filtran nuestra historia y lo que somos como cultura. ¿Y la moda qué? Típica pregunta superficial para todo cuerpo pensante: Sofía es capaz de contar las historias a través de experiencias estéticas —una diagramación, un texto o una espuma sabor a envueltico de mazorca— qué mas pedirle a la tierra. Para finalizar, Manada, la última sección que busca mostrar la capacidad creativa y fue inspirada por aquellas vacas curiosas y toros cuidadores, animales con los que vale la pena seguir compartiendo el paraíso. 


En este mismo instante tanto tú como yo estamos en contacto con aquel Polo a tierra que Sofía decidió mostrarnos. Ella quizás se encuentra viviendo en su paraíso en la montaña, caminando por las calles de Copenhague o quizás en algún cafecito en Lisboa. Tanto aquí como allá estará organizando el mundo de manera lenta como buena hortelana, inventando historias en la cama que maduraran en su espíritu y claro, buscando la vastedad con sus brazos alas.  


Prólogo realizado para el portafolio de grado de María Sofía Sanchez

miércoles, 4 de octubre de 2023

Habitar(nos)

 



Hace diez años nos sumergimos en un viaje improbable donde la distancia sería la prueba de fuego ante nuestro sueño apacible y continuo. Entre latitudes lejas y dos vidas unidas por la nada, una unión formal no pasaba por nuestras cabezas. Esa calma visceral conocida desde entonces, ese deseo que se ama, que nos invita a escondernos, habitarnos y regresar noche tras noche a nuestra latitud cero, nos hace volver textual nuestra propia textilidad. Hoy tenemos el gusto de invitarlos a nuestra celebración de matrimonio donde formalizaremos nuestra unión después de trece años de vida juntos. Ante todo es una celebración de amor con ustedes que han hecho parte de estas latitudes.


Con amor punkero romántico alternativo

Ángeles y Demián


Sábado 18 de noviembre a las 11 a.m.

En Misterioso Encanto

Calle 11 #8-28

La Candelaria, Bogotá, 2023


Miércoles 22 de noviembre a las 9 a.m

En Castillo de Salgar

Calle 9 #13-16

Salgar, Puerto Colombia, 2023


Miércoles 10 de abril a las 3 p.m

Picnic en “Passatges”

Passeig de Sardana

Portbou, Girona, 2024


Répondez s’il vous plaît

Lo más importante es contar con su compañía en todas o en alguna de las juntanzas, pero si quieren darnos algún regalo preferimos una lluvia de cerditos de barro, sí esas bellas alcancias, para podernos reencontrar con algunos de los que amamos el próximo año en Cataluña. 


martes, 9 de mayo de 2023

Corium consciente

 Antes de llegar a revestirnos con pensamiento textil, un exoesqueleto simbólico de piel recubrió nuestro universo cultural el cual dependía de esa protección. Hoy son evidentes las problemáticas del uso del cuero, pero es difícil mantenerse al día en cuanto las últimas innovaciones del sector para tomar una postura sin entrar a discutir por el sufrimiento del mundo porque en el ciclo del Samsara sólo Jonathas de Andrade en su film O peixe (2016) ha llegado a dilucidar una salida amorosa, tampoco debemos considerar el cuero “vegano” de PVC como una opción ya que es muchísimo más contaminante que los químicos utilizados en el proceso de curtiembre, sin contar con la durabilidad del material.

Existen empresas que están innovando con tecnologías ecológicas para evitar el impacto negativo al medio ambiente en la industria del cuero. Una de ellas es la empresa alemana Wet-Green que ha desarrollado tecnología limpia para la curtiduría de la piel de alta calidad, un curtiente derivado de la extracción de plantas desechadas por la industria del cultivo de olivos. La norma Naturleder IVN Certified de la Asociación Internacional de la Industria Textil Natural (IVN) se considera el certificado más estricto para el cuero sostenible. También está el Leather Working Group (LWG), con sede en Londres, que es una iniciativa de múltiples partes interesadas con varios actores de la industria. Otro ejemplo del camino recorrido es el fabricante de cuero alemán Josef Heinen, cuarta generación dentro de la empresa familiar, que lleva décadas dando prioridad a la protección del medio ambiente.

El cuero ha caído en descrédito en los últimos años y por eso estamos aquí haciéndonos las preguntas: las marcas deben contarnos sus proceso desde la ribera, el curtido, el acabado en húmedo y el acabado en seco (las cuatro etapas principales en la transformación de la piel) porque durante estos procesos es donde aparecen residuos y es allí donde la sostenibilidad debe presentarse como un equilibrio económico, social, cultural y ambiental. Muchas marcas dicen hacerlo, sin embargo Verona Rámirez, coordinadora de marketing para Carolina Herrera, nos menciona tres marcas colombianas que realmente exponen sus procesos desde la transparencia: Isadora Malva menciona dentro de sus pilares la trazabilidad en su cadena de suministro y el trabajo con cueros certificados junto con el manejo
de referencias en pre-order con el fin de evitar desperdicios en sobre stock. Argento Bourbon también implementa el modelo on demand con el cual se evita la sobre producción y en sus cueros emplean curtición vegetal libre de cromo. La marca Ana Laverde tiene una clara visión frente al componente social de su empresa en el cual incluye mujeres y hombres que traen por generaciones en su ADN el trabajo manual del cuero y la marroquinería, la marca trabaja exclusivamente con cueros colombianos e italianos de la mejor calidad que han sido curtidos bajo procesos ambientalmente responsables.

Desde un punto de vista más global, el crecimiento del mercado impulsado por las reglamentaciones ambientales europeas hacen que la industria del cuero busque alternativas a los tradicionales cueros curtidos al cromo. Las demandas no solo las encontramos dentro de la indumentaria, diferentes industrias como la automotriz o la decoración de interiores también están indagando por el posible remplazo de aquel material milenario. Empero, las problemáticas se manifiestan de igual forma, sin importar el tipo de industria: la falta de claridad entre los mares de información, la promoción de nuevos materiales que aseguran la salvación sólo a corto plazo y las tendencias que alcanzan niveles increíblemente superficiales de consumo no facilitan la tarea. Para One4Leatherlas preguntas siguen siendo las mismas ¿de dónde viene el material? ¿Cómo fue su proceso de producción? ¿Aquel material facilita la economía circular? Para ellos es inaceptable que el mercado comercialice el material de PVC bajo el nombre de cuero vegano, y así nos encontrarnos con opiniones de expertas como Ruth Pauli que reconoce la tendencia hacia los materiales de tapicería ética y ecológicamente correctos “sin embargo, si se mira de cerca, los materiales supuestamente sostenibles a menudo no son tan ecológicos como los fabricantes y nuestros propios instintos nos hacen creer”. Pauli, diseñadora de interiores de Ford Europa, nos vuelve a recordar la nobleza de cuero y, ante todo, menciona que es un producto de desecho de la industria cárnica, por lo tanto sigue siendo la mejor alternativa comparada con una fibra artificial que tiene que ser producida específicamente para el automóvil. No podemos olvidar que el cuero se caracteriza por su longevidad y su fácil conservación, siendo ademas biodegradable inclusive después de haber sido tratado, es un material que, en la mayoría de los casos no produce alergias y permite la correcta respiración de la piel, cosa que ningún tipo de fibra sintética permite así sean siete u ocho botellas recicladas. Si contamos con un curtido y un teñido adecuados, una piel podría tardar entre veinticinco o treinta años en desintegrarse luego de varias décadas de uso, en contraste con el PVC que podría llegar a tardar mínimo 300 años.

Nuestras conciencias ya están sacudidas, no podemos negarlo, sin embargo mientras marcas como Land Rover, Tesla o Audi, quieren ver la tendencia hacia un estilo de vida “vegano” pienso en el accionar individual, en la relación que tenemos con la vida y la muerte, con la transformación de nuestros propios cuerpos. Revivo las imágenes capturadas por Jonathas de Andrade donde esos pescadores consienten, acarician, despiden y agradecen a esos peces que acabaron de pescar. Así quizás, lo que nos queda es consentir aquel cuero milenario que sigue siendo, aunque no lo parezca, una de las formas más sostenibles de recubrimiento.

***Texto publicado en la revista EXCLAMA




domingo, 23 de abril de 2023

HURGARSE

Convertir lo interior en exterior sin usar el cuchillo

 Blanca Varela


Romperse

Y te quedaste con Varela y yo con tantas ganas de que eligieras a Duras y su “Nunca he hecho nada salvo esperar delante de la puerta cerrada”, porque de allí podían pasar tantas cosas, hablar de los cuartos y de los pasillos sería tan sencillo, de las habitaciones compartidas, de las casas que miran al oriente, otras al sur y otras a la nada, de las habitaciones recorridas en tierras ajenas. Cuál es tu tierra fértil te preguntaría, pero esa cita ya no existe, no es nada para ti porque elegiste a Varela, mientras los gorrioncitos le cantan a este cielo de abril mediterráneo que también será el tuyo. ¿Estas son las páginas de mi diario? Pues vamos, si que me gustaría que lo fueran y contarte que estoy en una casa grande, llena de cuartos y cuartitos con una cocina gigante que guarda panes para alimentar cientos de catalanes y gitanos, y que en la casa hay solo mujeres que se intercalan y se transforman, que escribo al lado de un dragón tallado en madera y una camelia roja hermosa vitalizada por el impulso primaveral, cuánto me gustaría, pero no lo hago porque sé que este debe ser tu texto, pero están los gorrioncitos cagando en el cielo de abril que pronto será tu cielo, están las puertas abiertas que alguna vez estuvieron cerradas para nosotras y afuera el ruido, la fiesta, ellos que no nos comprenden disfrutando, ellas tan llenas de vida, tan enteras por dentro y tú —tú y nosotras— tan muñeca partida sin fuerza para llegar hasta la manivela, sin poder abrir la puerta, sin calor para gritar o tan solo silbar: muñeca de collage, fotografía análoga quemada, una doll con vestido blanco, lindo vestido blanco, quiero un vestido blanco y un lazo rosa y unas piernas largas y una cabeza…y una casa puerta rota. Presencia la oscuridad mientras las flores florecen.




Hurgarse 

Sí querido lector, estas no son las páginas de un diario, yo también pude abrirme como Gaia lo hace y usted lo verá en las páginas del presente portafolio, Doll House, que no solo expone en cinco capítulos el paso de María Paula Echeverri por el programa de Gestión de la Moda en el LCI Bogotá, sino que nos muestra la apertura de Gaia, sus manos diminutas de muñeca con tatuajes y anillos, y piedras sagradas. María Paula nos mostrará cómo piensa mientras Gaia nos canta lo que siente entre collages, dibujos, cuartos y ventanas. En la sala invernal, textos para leer en pijama. En la cocina caliente donde el fuego todo lo mueve, el capitulo de mercadeo donde aquel perfume corazón palpita. En el salón principal la rebeldía máxima, Gaia y su mejor amiga siendo ellas las modelos de su editorial, situación prohibida por el propio programa, ellas mostrado el punk tropical de siglo XXI lograron sacar la editorial adelante y por ello aquellas fotografías parecen sacadas de una de las primeras ediciones de la revista iD. Así que vamos cavando en la tierra para llegar a lo profundo, primero con puños, luego con patadas y después con cuchillos, rompiendo las puertas, abriendo ventanas y sintiendo el aire maduro para llegar al cuarto capítulo, Proyecto de grado, donde la calma nos refresca. Gorroncitos cantando, cagando y cantando, mientras te deleitas con los colores cremas y los collages compuestos de manera seductora. La pagina 152 será tu refugio, mira aquella orquídea frutal salvaje, observa las piedras de la luna y las tareas femeninas de cuidado que toda casa necesita para aprender a coser cicatrices con la leche que alimenta la vida. Para terminar el espacio de creatividad, aquel cuarto propio que al bella Helena descubrió hace 2.500 años y Virginia concertó en sus escritos. Intimidad y descubrimientos: hojas llenas de Gaia. 

Coserse

Masticas papeles, muerdes camelias, presionas cigarrillos prendidos en tus brazos, cicatrices de amor, amor dolor, amor amor, Gaia canta mientras guarda su disfraz de María Paula y aprender a usar la aguja. La muñeca partida llevará sus brazos llenos de marcas, metonimia de su propia vida que hurga sentimientos. ¿A qué sabe la libertad María Paula? Sabe a Gaia nos diría, a un beso lleno de arena de Palomino, a sexo en la playa, a saltar desnuda al mar. ¿La libertad? Gaia inventada que canta mientras cose aquella muñeca rota. Energía en espirar que abre toda puerta sin usar el cuchillo.


Prólogo realizado para el portafolio de grado de María Paula Echeverri

domingo, 22 de noviembre de 2020

Ojos en el cielo y un par de asociaciones


¿O sea que no tienes ningún interés por la historia?

No, no lo tengo, no me interesa la historia en sí. 

Entrevista inédita de Fabio Rodríguez Amaya en 1988 con Marvel Moreno


Los telones sintéticos estampados con ilustraciones de montañas que cuelgan desde el techo hasta el piso para que el aire y el público pueda moverlos: el tapete verde texturado de la pasarela del diseñador belga Dries Van Noten para su colección del año 2015 inspirado en la Ofelia de Millais que flota entre el agua y la yerba. La urna funeraria hecha con el cabello del Sabio Caldas, miniatura que cuenta con símbolos que representan la unión después de la muerte y los saberes que perduran más allá de la vida: las chaquetas sastre llenas de pelo entre la tela y el forro, una de las primeras creaciones de Alexander McQueen. Las ilustraciones botánicas: las colecciones de Christopher Kane. La pieza geográfica de Humboldt, los instrumentos de medida, la ‘O’ partida a la mitad. Y puedo seguir jugando.






Desde que vi los telones estampados en alguna de las imágenes publicadas por el Museo Nacional de Colombia, supe que quería escribir este texto.  Ojos en el cielo, pies en la Tierra. Mapas, libros e instrumentos en la vida del Sabio Caldas es la primera exposición temporal que celebra los doscientos cincuenta años del nacimiento de Francisco José de Caldas (1768-1816) y las 103 piezas dejan en evidencia la introducción de la geografía civil en el Nuevo Reino de Granada. Mas allá del patriotismo nacional y siendo consciente que la exhibición del año ya retornó sus piezas a los grandes museos de Washington, esta muestra temporal invita al baile personal, no solo a los recorridos que pueden generarse pasando entre las telas estampadas, sino también a los juegos visuales que permiten constatar nuestro territorio o más bien este piso que habitamos -evitando los nacionalismos-.


La historia de Caldas esta cargada de observaciones. Como comerciante viajaba entre los pueblos contemplando las montañas y las estrellas. Sus ojos en el cielo le permitieron comprender que los mapas entregados por la corona española no estaban bien trazados. Observaciones y asociaciones que habitan en el mundo creativo. Un juego constante que le permitió ver cosas que no son visibles: agua que empezaba a burbujear a temperaturas diferentes si se cambiaba de lugar. Desde que vi los telones estampados con volcanes y montañas pensé en el trabajo de Bianca Luini, quien asegura que la moda esta en todas partes. Esta italiana viaja por internet guardando imágenes que la inspiran y en momentos de lucidez encuentra relaciones de forma y color. Para la cantidad de blogs con fotografías “estilo de calle” o con las últimas prendas de alguna tienda de Inditex, WISF (where I see Fashion - Donde veo la moda) es un juego creativo cargado de novedad: Un detalle de un vestido lila de Alta Costura comparado con una pintura hiperealista de Barbara Fox.




Los telones sintéticos estampados con ilustraciones de volcanes y montañas, la urna funeraria realizada con el cabello del Sabio Caldas, las ilustraciones botánicas, la pieza geográfica de Humboldt, la mano de Jose Celestino Mutis sosteniendo una clematis roja. Piezas que me invitaban a la invención, a la asociación, a los ejercicios diarios de Bianca Luini, ejercicios diarios que conoció el Sabio Caldas.


Puede que mi obsesión por la moda y la estética no me permita ver de otra manera, puede que la frase de Moreno no sea necesaria, aunque con esa pregunta continua diciendo: me interesa ver cómo el hombre va evolucionando, va cambiando, va transformando sus ideas, va progresando. El progreso no se sabe muy bien qué es ahora. Vivimos el progreso industrial y material, pero espiritualmente estamos al nivel de... No sé, de los trogloditas.  Evolución, evolución por asociación. La exposición está a un mes de cerrar sus puertas y acoger otro tema, otro color en sus paredes, así que la invitación es a hacer juegos, a descubrir a los astrónomos o geógrafos que nos aguardan, a entender que el territorio colombiano es basto y aun hoy con los mapas correctos, nos es desconocido.

martes, 28 de abril de 2020

Prácticas de descubrimiento: el uso de máscaras en la modernidad

Lo primero es colocarme mi gesto de persona decente
Carranza, 2004, p. 27


Persona proviene del latín persona y probablemente del etrusco: persona o phersu, un término utilizado para referirse a la "máscara" del actor, del personaje teatral”, según dice Alejandra Varela (citada en Sauquin, 2014, p. 102), directora de la carrera de Actuación de la Duoc de Viña del Mar en Chile, exponiendo así sus intereses por las palabras “persona” y “personaje”. Esta conversación con la investigadora argentina Susana Sauquin invita a pensar en cómo las sociedades modernas se constituyen gracias a esos personajes enmascarados que han definido, consciente o inconscientemente, sus roles; una máscara naturalizada que pasa por considerarse auténtica y autónoma.
La máscara como problema de estudio se puede abordar desde diversas teorías, disciplinas o conceptos. Se pueden analizar las piezas talladas en madera por diferentes culturas indígenas, los seudónimos utilizados por algún escritor como Stéphane Mallarmé en el siglo XIX (Vestoj, s.f.) o las magníficas cabezas gigantes con cara de muñecas ideadas por Viktor and Rolf para el styling de su desfile Otoño - Invierno 2017 (Foreman, 2017); en todos estos casos, las máscaras están más que presentes. Sin embargo, desde la construcción del sujeto en la modernidad habita una consciencia de lo natural y un deseo de presentarse ante la comunidad ‘sin engaños’ o poses que escondan la ‘verdadera’ piel, la ‘autenticidad del yo’, como si el uso de un phersu impidiera la construcción del ‘verdadero’ sujeto, olvidando que son las máscaras las herramientas que permiten experimentar los juegos sociales en los espacios públicos (Lipovetsky, 2011, p. 64).
A partir de diferentes metáforas, mayormente visibles en la cotidianidad de lo femenino por el rol pasivo que ha ejercido este género durante los últimos dos siglos, el presente texto busca comprender las estrategias de afirmación y defensa que hacen parte de esos performances diarios naturalizados. Ya sea un seudónimo, un maquillaje o una pose corporal, todas son ‘correcciones’ aportadas intencionalmente donde se conjugan los medios culturales que se convierten en signos distintivos, así como lo afirma Bourdieu “el color y el espesor de la pintura de los labios o la configuración de una mímica, exactamente igual que la forma del rostro o de la boca, se leen inmediatamente como indicios de una fisonomía "moral", socialmente caracterizada, es decir, como estados anímicos "vulgares" o "distinguidos", naturalmente "naturales" o naturalmente "cultivados"” (1998, p. 190). Para el modelo general del presente análisis se estudiarán algunos ejemplos de maquillaje exagerados por el papel de las pasarelas, el uso de seudónimos en escritores y, desde un tono autobiográfico, se analizarán tres fotografías del archivo familiar donde adquirir una pose corporal puede comprenderse como una forma de enmascaramiento, sabiendo en el fondo que el problema no es un nombre o el maquillaje en sí, sino ese individuo que intenta
reafirmar su identidad en un mundo cambiante a partir de esas normativas que conjugan los estereotipos de la feminidad.
El maquillaje como ese signo fuerte que se superpone al rostro y nos permite recrear un rol establecido será analizado desde las excéntricas propuestas ideadas por el diseñador John Galliano donde sombras explosivas agrandan los ojos y unas boquitas de geisha bien cerradas son expuestas en las modelos. Blanco, rojo, rosa o celeste, toda la paleta de color ha pasado por su cabeza: los rostros de Galliano son antifaces que se transforman. Otro ejemplo es el dúo holandés Viktor and Rolf, quienes han trabajado en varios de sus desfiles la idea de la muñeca: cabezas de más de un metro de largo tapando la cara de las modelos con los ojos y boca pintadas que impactaron las pasarelas otoño-invierno 2017. Las esferas iban desde un tono de piel blanca hasta la más oscura. El show es evidente también en las calles donde el maquillaje se muestra como una forma de perpetuar la tradición del ideal femenino como una norma aprendida para encajar y verse a sí mismo en forma deseable frente a su grupo social. Es así como el maquillaje se torna en la metáfora de la máscara contemporánea, una representación que se tiene de sí que se superpone al rostro pero también puede ser una interpretación crítica de esa metáfora: una reescritura de esa máscara desde las pasarelas.


El poeta francés Stéphane Mallarmé también nos habla de las experiencias de simultaneidad. Podemos evidenciar su phersu en su bigote handlebar con sus puntas afiladas y alargadas: su máscara concreta. Pero también fueron máscaras sus alter egos: Miss Satín, con su carácter estricto propio de una profesora inglesa dictando la norma y recomendando la postura correcta; o Marguerite de Ponty, con sus artículos de moda y arte cargado de erotismo; o mejor aún, alguna mujer inmigrante de las tierras meridionales que le brindaba a las parisinas del siglo XIX alguna receta del trópico como la del Gumbo o la de la mermelada de coco. Mediante estas acciones se puede intuir cómo Mallarmé borraba, desde la metáfora, su bigote utilizando estos seudónimos para convertirse en crítico de moda y para vivir el placer del estilo desde diversas pieles; y no propiamente para evitar el escarnio público por trabajar en revistas de vanidades. Los textos de Balzac, Gautier y Oscar Wilde fueron publicados en revistas femeninas y con nombres propios. Al parecer, Mallarmé se descubría gracias a sus seudónimos por puro placer, para palpar el mundo con otros ojos, donde no hay un absoluto y lo neutro se diluye entre telas satinadas y sombreros emplumados. Máscaras que nos transforman.
La moda se escabulle entre lo superficial y la normalización, mientras los códigos se camuflan en nuestros preconceptos naturalizados. Si hoy hablamos de desenmascararnos y sentimos que podemos hacerlo, ¿qué podía hacer una mujer colombiana en los años 50? Enelia Atencio se exhibía como mujer moderna en las calles de Bogotá. Los códigos de su vida campesina se vieron entrelazados con las estrellas de Hollywood, íconos retratados en las revistas, que al mismo tiempo fueron índices: Nueva York y París a la distancia. Las nociones de feminidad se refuerzan con su traje, sus zapatos, su cartera, y la idea de elegancia se consigue tan solo con una caída de muñeca. Es así como el sintagma del vestido femenino en occidente de mediados del siglo XX se conjuga: peinado+vestido/ falda+guantes+cartera+zapatos, pantalón nunca; los phersus de modernidad. Sin embargo, el gesto kinésico de la mano es un gesto que ella aprendió para darse sentido a sí misma mientras caminaba por las calles de la capital, mientras los otros la reconocían. Ella mostraba una imagen pulcra mientras los otros veían una mujer elegante: la mujer moderna naturalizada. Una mujer que se vuelve dama en su performance cotidiano no solo por las prendas y el maquillaje, esas phersus concretas, sino por el gesto de su mano que produce significativamente a una dama. La normalización revelaría las reglas aprendidas, los signos adquiridos para poder encajar.


Por tal motivo, el presente texto pretende evidenciar cómo el rostro auténtico como problema de estudio no es posible. El individuo se valida mediante la elección de sus máscaras, pero la pureza de su rostro es un imposible. Es así como los rastros de pestañina, una partida de muñeca o un seudónimo evidencian las renuncias realizadas consciente o inconscientemente. Como lo dice Itziar Ziga en las páginas de Devenir Perra “no creo que nadie recree su identidad o perfore su género sin cortocircuitos, sin extravíos, sin miedos, sin renuncias” (2009, p. 48), exponiendo las dudas frente a la construcción de cualquier identidad, porque al ponernos una máscara somos un otro nuevo, pero también hay algo que perdemos.


Phersu: aproximaciones al concepto de máscara en la modernidadSegún Gilles Lipovetsky la sociedad actual practica lo que él llama un teatro discreto donde se presenta una erosión de los papeles sociales, la obsesión febril que se tiene por el cuerpo y una exaltación del yo íntimo incapaz, según él, de desempeñar roles sociales. Ese deseo de revelar al ser verdadero no es espontáneo y mucho menos libre. Al contrario, se ha tornado en un consumo incesante, una sucesión de disfraces que cada individuo usa y desecha con rapidez mientras busca ese yo verdadero, ese yo auténtico que el Narciso desea. Lipovetsky describe a una sociedad que intenta eliminar las barreras o las reglas impersonales para que la ‘autenticidad’ sea el valor dominante. Sin embargo, plantea la problemática: son las máscaras las que permiten tener una mayor mentalidad “urbana” y así, asignar roles públicos que permitan, como él lo dice, proteger a los individuos (2011, pp. 64-65).

Otra mirada que también tuvo como referencia los análisis expuestos en La era del vacío, la plantea Rocío Arana en su estudio El vestido como signo de identidad de la mujer donde se pregunta si la moda, incluyendo el vestido, el maquillaje y el peinado, puede considerarse como un disfraz o más como herramienta para encubrir o multiplicar, mostrando al final una mujer polifacética. “¿Una máscara, en el sentido etimológico del término? Porque en el teatro griego máscara significa persona y el cambio de máscara conlleva un salto cualitativo: cambiar de identidad” (2015, p. 163). Ya sean máscaras que no logran ser desechadas con rapidez o instancias que recrean la personalidad cambiante de una mujer en diferentes espacios son códigos que constituyen y que, además, en contra vía de las
imposiciones exhibicionistas y personalizantes, permiten consolidar relaciones sociales y sobre todo cívicas (Lipovetsky, 2011, p.67).


Hacerse mujer: aproximaciones a Simone de Beauvoir

“No se nace mujer: se llega a serlo. Ningún destino biológico, psíquico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; es el conjunto de la civilización el que elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica de femenino” (De Beauvoir, 2014, p. 207) A partir de la célebre frase con la que es reconocida la autora, es fundamental mencionar que las alusiones realizadas por Simone de Beauvoir en El segundo sexo rondan las preguntas constantes de cómo una mujer se convierte en ella misma. Para Beauvoir trascender las condiciones naturales, regidas por la oposición de los intereses de la especie y su propia individualidad, significaba conjugar la individualidad y la subjetividad racional para así conseguir la autoconciencia como una posibilidad humana. (Mackenzie, 2016, p.152)
Sin embargo, se debe considerar que cuando se pretende interpretar el cuerpo de las mujeres, la interpretación misma no es transparente. Por una parte, la mujer disfrazada de mujer debe cuidar de su belleza y de su vestimenta como si fuera una suerte de trabajo. Estas acciones le permiten contar con una interpretación para sí misma olvidando que su autoconciencia ha sido oprimida por diferentes factores. El cuerpo femenino se sigue considerando un producto social construido desde sus características biológicas y la idea del Otro se convierte en una guerra de poderes donde la búsqueda de la libertad se propicia desde esas subjetivación asignada por el género masculino. (De Beauvoir, 2014, p. 515)
De Beauvoir se preguntará si eso que es una mujer existe antes de sus acciones o son sus acciones las que la hacen ser. Por tal motivo, los intereses de la filósofa francesa estaban guiados por la subjetividad individual donde enfatizar la particularidad femenina pasaba sí o sí por la pregunta de ¿qué significa ser libre? acto que la misma autora experimenta al jugar diferentes roles como escritora donde enfatiza su subjetividad de un individuo que intenta descubrir cuáles son sus proyectos vitales.


La distinción: aproximaciones a Pierre Bourdieu

Las perspectivas y conceptos utilizados por el teórico Pierre Bourdieu brindan elementos sólidos para comprender cómo los espacios sociales pueden llegar a ser estructurantes y a la vez estructurados por diversas prácticas e instituciones. Los campos serán la manera para evidenciar los procesos de socialización que los sujetos incorporan llenando de sentido ciertos procesos. Según esto, un sujeto o un agente puede activar el mundo dentro de los espacios estructurados que también son dinámicos (Vizcarra, 2002, p. 57). Se puede evidenciar cómo los campos orientan los movimientos sociales y los símbolos son utilizados para reproducir los imaginarios colectivos.
La idea de la producción de habitus por parte de cada campo a partir de las acciones comunes que hacen los individuos de una comunidad nos muestra, como Bourdieu asegura,
que los instrumentos para reconstruir e interiorizar las estructuras objetivas de los campos se entrecruzan con las subjetividades individuales que hacen parte de sistemas de percepción, valoración y de acción (Vizcarra, 2002, p. 63). El gusto legítimo, el gusto “medio” y el gusto “popular” son afirmaciones prácticas de diferencias inevitables, preferencias manifestadas que exponen, con total evidencia, las barreras entre las clases (Bourdieu, 1998, p. 54) evidenciando cómo la oposición entre lo “auténtico” y lo “imitado”, la “verdadera” cultura y la “vulgarización" es tan solo un juego de creencias que habita en cada campo y permite un ordenamiento de las realidades sociales desde lo cultural y lo simbólico (Bourdieu, 1998, p. 247).
Bourdieu mencionará en La distinción: criterio y bases sociales del gusto, cómo la cosmética corporal o el traje utilizados por una mujer son maneras de afirmar las posiciones ocupadas en determinados espacios sociales o campos (1998, p. 55). Desde su óptica, el comportamiento, el traje, el maquillaje y hasta la actitud corporal de un individuo expresan una relación con el mundo. La manera de llevar un cuerpo, la forma de presentarlo, eso que se percibe como espontáneo, juega entre la objetividad del campo y la interacción desde la subjetividad del sujeto que, inevitablemente, crea o activa el habitus de apropiación.


Conclusiones: aproximaciones a las máscaras contemporáneas

Es así como Mercedes Carranza en su frase penetrante demuestra cómo ella nunca se alejó de esos performances cotidianos que quizás criticaba. Ella logró identificar esas elecciones que pesan, que están mediadas por un otro que determina qué es la decencia y, incluso, qué tipo de persona esperamos ser. Durante todo el siglo XX, la historia de lo femenino se ha conjugado entre las restricciones frente a lo público y un cuerpo explotado en términos de consumo, fórmulas impuestas que son estructurantes como lo menciona Bourdieu. El maquillaje se torna como la metáfora de la máscara contemporánea por ser la clara representación que se tiene de sí y se superpone al rostro con una intención de naturalizar ese disfraz. Los casos de los diseñadores expuestos en el presente texto son pertinentes ya que en ambos es evidente la desnaturalización de esa metáfora, casi ridiculizándola y sobre todo cuestionándola, un lujo que quizás solo es posible en las pasarelas. En las calles, así la multiplicación de nichos de mercado se subdivida con rapidez, las ideas de gusto legítimo planteadas por Bourdieu siguen estando presentes. El maquillaje o una pose corporal se sancionan como deseables, aunque sean fórmulas impuestas que nada tengan que ver con la autoconciencia.
La pregunta de Beauvoir sigue estando vigente: ¿puede una mujer convertirse en ella misma? Según los elementos analizados poseer una o varias máscaras sería la forma más auténtica para estar en el mundo jugando con la naturalización y corrompiendo esos mismos estereotipos socialmente normativos. Para Enelia Atencio el gesto de la mano fue lo que ella creyó ser. Se puede constatar que su phersu fue un rol asignado de manera pública y al parecer ella era más que nunca ella misma, aunque esa interpretación no fuera transparente e hiciera parte de ese habitus establecido. En cambio, las decisiones de Mallarmé demostraban su libertad creativa y goce cotidiano: una burla frente a los estereotipos siendo varios
estereotipos más. Mallarmé se hacía pasar por la muñequita en sus letras entrando en el juego incesante, en esa sucesión de disfraces para ser desechados como lo presenta Lipovetsky. Ante esto el individuo, la mujer, o cualquiera que se pregunte por su identidad, entraría a exaltar ese yo desde la diferenciación pasajera y estar a la vanguardia sería un consumo en serie donde se demanda la novedad, así esa demanda incluya la burla del mismo sistema. Al parecer, un ser autentico es aquel que es consciente de sus máscaras y es también consciente de su ritualidad en el espacio público.
Ya sea una mujer pre-moderna, moderna donde existe el individualismo o meta-pos- contemporanea que reconoce su isla por completo, ser una mujer no mujer que establece sus reglas de juego para volver a encontrarse en el borde de los códigos que la dominan y que restringen sus posibilidades. Al final poseer una máscara ajena es ver el mundo de otra manera, aunque las preguntas sigan latentes y la autoconciencia como posibilidad humana sea intentar a partir de esa máscara mirar con otros ojos, distintos a los de la costumbre, esos mundos ya fabricados.



Referencias
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