Te escribo porque no me entiendo.
Clarice Lispector
Cada libro, como cada escritor, tiene un pasaje difícil, insoslayable.
Y debe optar por dejar este error en el libro para que
siga siendo un verdadero libro, no una falsedad.
Marguerite Duras
Y somos una forma que cambia con la luz
hasta ser sólo luz, sólo sombra.
Blanca Varela
Mi portafolio es un reflejo de mí, dice Aura hablando de este libro interminable, momento culmine para toda estudiante que quiera obtener el título como egresada del programa de Gestión de la Moda en el LCI Bogotá. “Mi portafolio es un reflejo de mí” me dice Aura hablando de este libro río, único para ella, único para muchas, para todas las que han pasado por acá. ¿Cuanto cuesta entonces… realizar un portafolio… que transmita… todo… todo nuestro ser? Sabemos muy bien que es un imposible.
Sin embargo, algunas han jurado alcanzar el cielo con las manos. Las he visto, he sido testigo de la entrega completa de unas cuantas, de aquel desbordar creativo, hermoso y delirante, que solo pocas logran condensar en doscientas o trescientas páginas del libro que marcará un antes y un después en su historia de vida. Un libro guía, Libro Rojo, libro río con las claves necesarias para retornar a su destino cuando pierdan el camino, porque bien sabemos que es fácil extraviarnos entre las olas de tendencias que nos van mostrando brillantes caminos, pero no los nuestros.
¿Aura alcanzó a perderse? Sí, y lo escribo sin nostalgia porque parir duele.
¿Puede ese dolor acercarnos al placer?, ¿a la búsqueda de nuestros reflejos?, ¿a la Verdad? Parece que es el único camino disponible, el paso definitivo para alcanzar el Cielo desde los Infiernos y entrar al purgatorio con solo la Verdad, sin trajes ni accesorios para impresionar a los otros. Raro, una frase como la anterior en un portafolio de moda. “Hacer algo increíble para impresionar a otros”, sentencia que trae la primera sombra y el bloqueo creativo que nos persigue… siempre, hace parte de la danza. Después vendrá la falta de motivación y el hastío. Y desde ahí el accionar definitivo.
¿Fuiste capaz de dejar aquel pasaje difícil dentro de estas páginas, Aura? Dilo, confiésalo, grítalo desde tu ser más profundo, de lo contrario las páginas que vienen son pura falsead, y sé muy bien que tu máxima ha sido escapar de toda hipocresía: mentiras y reflejos en un mundo de apariencias, donde muy pocas han parido enfrentado ese dolorhastío tan propio de lo humano, y habitando las puertas del infierno caníbal. Este es el único pasaje para llegar al Cielo: danza de luz y sombra, danza de baile eterno; aprendizaje doloroso, confuso, extraño, donde quitamos capa a capa nuestro disfraz en el ardor del fuego eterno para poder, por tan sólo instantes, tocar el cielo de la Verdad.